FUENTE: La Nación

Representantes de los cuatro países cuestionaron la incapacidad de dar una respuesta conjunta a la crisis.

Por Oliver Galak
Representantes de cámaras empresarias de Brasil, la Argentina, Uruguay y Paraguay expresaron ayer sus discrepancias con el actual funcionamiento del Mercosur y señalaron sus temores de que el bloque no sea efectivo para contrarrestar los efectos de la crisis internacional.
Los conceptos fueron vertidos en el cierre de las jornadas anuales que organizó la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA). Mauro Laviola, director de la Asociación del Comercio Exterior de Brasil (AEB), fue quien disparó el debate con su discurso, en el que criticó la falta de coordinación entre los distintos gobiernos y el «aislamiento» del bloque respecto de otros países del continente.
«Lamento constatar que después de 20 años de vigencia del Tratado de Asunción nuestros países siguen más autónomos que nunca en materia de políticas económicas y fiscales, pero no en lo que se refiere a las transacciones comerciales intrabloque», afirmó Laviola. «Percibimos que poco a poco el Mercosur está quedando aislado en América latina en materia de relacionamiento con el resto del mundo, más allá de la amenaza de situarse cada vez más alejado de la competencia en relación con sus propios socios regionales», agregó.
Dijo que el Mercosur está «inmovilizado» para expandir el acceso a nuevos mercados, a diferencia de México, Chile, Perú o Colombia, que han firmado tratados de libre comercio con diversos mercados. Los países del Mercosur están impedidos de negociar tratados por su cuenta, lo que para los empresarios que operan en el comercio exterior termina siendo una contra.
El anfitrión de la jornada, el presidente de CERA, Enrique Mantilla, señaló que fue «un diagnóstico un poco provocativo», pero antes de cerrar la jornada reconoció que ese discurso los «bajó de los sueños integradores a las realidades rigurosas». Al término del panel, LA NACION habló con los otros expositores, que también manifestaron su decepción con el funcionamiento actual del Mercosur. «Es fuerte, pero nosotros coincidimos y, aparte, lo sufrimos», dijo Alejandro Bzurovski, presidente de la Unión de Exportadores de Uruguay. El presidente del Centro de Importadores del Paraguay, Max Haber, coincidió: «Estamos aislados. Y a nivel Mercosur no se permiten acuerdos individuales. Uruguay y Paraguay siempre han pedido tener esa especie de waiver «.
Según Mantilla, es muy complicado que los países puedan dar una respuesta común a la crisis. Tanto Brasil como la Argentina tienen políticas diferentes en cuanto a lo fiscal, lo monetario y lo cambiario, y diseñar políticas antishock comunes parece, cuanto menos, voluntarista.
Aunque desde una postura distinta, en la inauguración de la jornada, la ministra de Industria, Débora Giorgi, había aportado números que muestran la falta de desarrollo del Mercosur. Mientras que el comercio intrabloque sólo representa el 16% del comercio total de sus países, en la Unión Europea o el Nafta el intercambio entre sus socios comerciales es de entre el 50 y el 60 por ciento, apuntó la ministra.

En otros paneles, tanto Mantilla como el subsecretario de Comercio Internacional, Ariel Schale, exhibieron proyecciones que muestran que este año la Argentina exportaría bienes por la cifra récord de US$ 80.000 millones, aunque fuentes del Ministerio de Industria indicaron que su estimación es algo mayor, en torno a los 85.000 millones. Mantilla, además, afirmó que el Gobierno está sobrestimando en US$ 49.100 millones el superávit comercial que generaría el Plan Estratégico Agroalimentario entre 2010 y 2016, porque toma como base valores para 2010 que no son reales.

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