FUENTE: La Nación
Trabas a las importaciones. Quejas por el «Efecto moreno».

Por Nélson Fernandez

MONTEVIDEO.- El buen clima de diálogo entre los presidentes de los dos países no es suficiente para que la industria uruguaya no sufra las trabas argentinas para exportar a ese mercado. El malestar entre los exportadores orientales ha ido creciendo en las últimas semanas, tanto por ver frustrarse negocios en camino como por entender que esas perspectivas limitan la inversión en el país, y, finalmente, porque las esperanzas de alguna solución mediante el diálogo político al más alto nivel se desvanecen por la falta de resultados.
«Así no se puede hacer negocios, esto sigue igual y no hubo cambios tras la reunión presidencial. El «efecto Moreno» sigue jugando en contra de las empresas uruguayas», dijo, molesto, el presidente de la Cámara de Industrias de Uruguay (CIU), Washington Burghi.
El complejo entramado de licencias y obstáculos al ingreso de productos uruguayos determina un efecto de largo plazo en el cierre de fábricas y en decisiones de algunos productores de transformarse en importadores, lo que reduce la capacidad instalada para fabricar, dijo el empresario.
Puso como ejemplo «el caso de las bicicletas»; dijo que la Argentina «inventa» trabas para decir que aquellos productos no cumplían las normas del Mercosur sobre proporción de valor agregado, pero que lo hace con el simple propósito de demorar su ingreso y frenar importaciones para proteger industrias locales. Burghi dijo que eso es desconocer tratados internacionales, pero al estirar el problema, desestimula a los empresarios del sector a seguir fabricando bicicletas. De hecho, afirmó que el grupo que se dedicaba a ese negocio cambió de rubro y se dedicó a importar electrodomésticos y dejó la producción.

Expectativa frustrada

«Con el Mercosur, Uruguay tenía una expectativa de ganar mercados, pero por estos problemas han cerrado muchas fábricas», dijo Burghi, que sostiene que al país no le fue bien por ajustarse a las reglas de juego del comercio regional y sufrir trabas que van contra el espíritu del tratado que dio marco al proceso de asociación.
El problema de las licencias para ingresar en el mercado argentino ha sido motivo de quejas de empresarios orientales, de protestas del gobierno de José «Pepe» Mujica y de anuncios de aparentes acuerdos. Pero en los hechos, los exportadores uruguayos comprueban que los problemas siguen. «Nunca se terminó de arreglar el tema, tenemos el «efecto Moreno», las licencias previas? todo un invento nuevo que le llamamos el «uno a uno», que es que, en determinados rubros, el importador argentino para importar por determinada cantidad de dólares debe comprometerse a exportar lo mismo», dijo Burghi a medios locales para explicar la situación.
El empresario expresó comprensión porque el gobierno argentino quiera proteger sus fábricas. «Nosotros también queremos proteger nuestra industria y el trabajo de los uruguayos, pero queremos hacerlo dentro de la legalidad, de los acuerdos que tenemos firmados y que no hablan de ninguna de las cosas que está haciendo la Argentina para trabar las importaciones uruguayas», respondió Burghi.
En el gobierno de Mujica prefieren no contribuir al escándalo político y confían en lograr algún tipo de acuerdo para que no se debilite el comercio uruguayo. Pero el presidente ha dicho a sus colaboradores que no quiere complicar a su colega Cristina Kirchner con «ruido» político en tiempos de elecciones. «Eso no significa que no se reclame lo justo, que es el libre acceso de productos», dijo una fuente del gobierno uruguayo, sobre las gestiones que se hacen en forma permanente para destrabar el comercio.

La central industrial reclama una acción para hacer cumplir los compromisos del Mercosur. «El gobierno ha hecho lo que ha podido», dijo Burghi, pero aclaró: «Yo me remito a los hechos y, en definitiva, estamos igual». Afirmó que el gobierno argentino «hace trampa, firma [acuerdos] y después no cumple», y que por eso duda de las negociaciones bilaterales. «Cuando se habla de negociar, quiere decir que hay que ceder algo, pero ¿por qué tenemos que ceder ante una ilegalidad? La Argentina sigue sin cumplir con los convenios firmados», dijo el presidente de la CIU, transmitiendo cansancio por esperar soluciones que no llegan.

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