El ministro de Economía y vicepresidente electo, aseguró que el año próximo «la economía argentina contará con las divisas necesarias para tener autonomía»
El ministro de Economía y vicepresidente de la Nación electo, Amado Boudou, anticipó que «el año que viene la economía argentina va a generar el saldo comercial suficiente, y contará con las divisas necesarias para tener autonomía en la toma de decisiones».
Al hablar en la 59 Convención de la Cámara Argentina de la Construcción, Boudou destacó la necesidad de «fortalecer el mercado interno y de impulsar un desarrollo nacional con sustitución de importaciones, en el cual la clave es el consumo popular, la incorporación de muchos compatriotas al mercado de trabajo y demanda».
En ese sentido, el ministro dijo que «vivimos en un mundo turbulento, que va a mantener los problemas que hoy estamos viendo, sobre todo alta volatilidad, incertidumbre y tasas de crecimiento globales muy lentas en las economías más desarrolladas».
Las causas, explicó, «tienen que ver con un modelo económico que se impuso a fines de los años 80 y se consolidó en los 90, que podría denominarse la valorización financiera del sistema económico».
Esto es, según Boudou, «pensar todas las actividades en términos de mercados financieros, lo cual le hizo mucho daño al proceso de construcción de capital físico».
Boudou señaló que ese proceso se caracterizó en los Estados Unidos por un excesivo desarrollo de instrumentos «creativos», y poca atención a los determinantes de oferta y demanda de inmuebles, con el agravante de generar la ilusión de que la creación de riqueza estaba en el mercado financiero y no en la construcción.
La situación se agravó con mercados financieros totalmente desregulados y sin ningún tipo de control, lo que llevó a una brecha entre los bienes físicos y los activos financieros que representaban, según Télam.
El ministro consideró al respecto que «el problema no es el modelo económico, sino el político», y evaluó que «estamos asistiendo en los países centrales a la falta de liderazgo político para interpretar que las soluciones no pueden venir nunca por un ajuste».
Al respecto, enfatizó que «una economía necesita de consumidores y cuando se produce un ajuste, en el mediano y largo plazo están debilitando y quitando el fundamento mismo del conjunto del sistema».
«Esto lo vemos en Europa, con cargos ocupados por personas que orgullosamente dicen que no son políticos», con lo cual «los problemas se van a agravar una y otra vez por una falta de visión del conjunto de la sociedad», advirtió Boudou.
El ministro señaló que esos técnicos «esconden ser representantes de un sector, el financiero, que es el que está buscando salvar la ropa en Europa más allá de no poder interpretar que para crecer hay que recuperar el conjunto de la economía».
Según Boudou, la crisis es de carácter global y se va expandiendo a través de los canales financiero y comercial.
En ese marco, agregó que en la Argentina «no va a haber planes ni medidas, porque ha estado trabajando fuertemente para consolidar el futuro sobre sólidos fundamentos».
El ministro dijo que el país está «fuertemente aislado en términos financieros, porque nos hemos desendeudado, no tenemos necesidad de endeudarnos y hubo prudencia fiscal, porque se entendió que resolver la deuda pública era una de las claves para tomar decisiones».
«Ni el gobierno, ni las empresas, ni las familias, enfrentan situaciones delicadas en lo financiero», aseguró Boudou.
Añadió que «nada tiene que ver esta situación con aquella en la que se debía 170% del PIB. Hoy la deuda con el sector privado no llega a 20%, y tenemos mucho margen de maniobra para tomar decisiones autónomas en un proceso de desarrollo con inclusión social».
Boudou ratificó además el control del flujo de capitales especulativos «que hoy está en el manual de decisiones de política económica de todo el mundo».