Fuente: El Cronista

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, rechazó ayer al proteccionismo económico como receta para preservar a la industria nacional, en un discurso en la prestigiosa Universidad de Harvard.

Sus palabras tuvieron lugar en un momento en que crecen las acusaciones contra Brasil por imponer barreras contra la competencia internacional.“Tenemos una industria compleja que sufre en el momento actual, pero sobrevivirá”, dijo la mandataria.

Para Rousseff, el eventual cierre del mercado a las importaciones no contribuirá en nada a que aumente la competitividad del país. “Al contrario”, dijo al ser consultada sobre el tema.

Respondiendo a preguntas de una platea compuesta mayormente por estudiantes, Dilma evitó criticar al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y respondió consultas sobre derechos humanos. Afirmó que existe una politización del tema para acusar a determinados países.

“No tengo como impedir lo que sucede en todas las comisarías de Brasil”, dijo. “Sé lo que sucede en Guantánamo”. La mandataria brasileña defendió el abordaje del tema de forma multilateral, en todos los países.

Rousseff había recibido críticas por la supuesta suavidad con que trata las acusaciones sobre violaciones a los derechos humanos en países como Cuba.

Dilma defendió la política económica brasileña un día después de que, en una declaración junto al presidente estadounidense Barack Obama, acusara a los países desarrollados de adoptar políticas monetarias y cambiarias que perjudican el crecimiento de los emergentes. La presidenta cerró ayer su visita oficial de dos días a Estados Unidos.

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