Fuente: La Nación/Suplemento Comercio Exterior

El organismo dejó sin efecto la medida que requería información bancaria para realizar operaciones tras una fuerte protesta de despachantes y empresarios

La Dirección General de Aduanas (DGA) dejó sin efecto este miércoles una medida que paralizó por unas horas las importaciones del país, dijo un representante de la cámara que nuclea a los importadores.
«Se levantó todo por gestiones de la cámara, luego de reunirnos con la AFIP», dijo a Reuters Miguel Ponce, gerente de la Cámara de Importadores de la Republica Argentina (CIRA).
La resolución inicial generó un gran revuelo en el tercer piso de la sede central de la DGA, donde unos 200 despachantes y empresarios se concentraron para manifestar su descontento, según trascendió en los medios.
La Aduana que depende de la Administración Federal de Ingresos Públicos AFIP, paralizó este miércoles las importaciones al solicitar información bancaria para liberar las compras al exterior, lo que impidió el procesamiento de las operaciones de todo origen y producto en el Sistema Informático María (SIM).
El SIM es el programa utilizado por los despachantes de aduana para registrar operaciones de importación y exportación.

Un agente aduanero informó a sus clientes mediante un correo electrónico obtenido por Reuters que «el libramiento a plaza de las mercaderías de importación se encuentra supeditado a que por cada despacho el importador presente ante la DGA un expediente adjuntando copias autenticadas de la documentación bancaria correspondiente a dicha operación».

El agente agregó que «como nos tienen habituados, esta medida no cuenta con ningún tipo de norma previa que la habilite legalmente».

Más temprano, dos fuentes de empresas extranjeras dijeron a Reuters que el Gobierno pidió a compañías multinacionales no comprar durante 60 días dólares para girar dividendos y utilidades al exterior.
La Argentina implementó hace 10 días restricciones a la compra de divisas para evitar un mayor deterioro de las reservas del Banco Central, que desde agosto volcó al mercado 4.700 millones de dólares para frenar una brusca depreciación del peso que podría avivar aún más la alta inflación en el país.
Desde el endurecimiento de los controles, con los que el Gobierno dice buscar combatir el lavado de dinero y el comercio ilegal de divisas, muchos argentinos que no cumplían con los requisitos fiscales para acceder a divisas se volcaron a comprar dólares en el mercado informal, lo que amplió la brecha con la plaza regulada de cambios.

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