«Estamos considerando próximos pasos», admitieron en el organismo de comercio norteamericano
Por Silvia Pisani
WASHINGTON.- La administración norteamericana «está considerando próximos pasos» contra la Argentina, tras haber participado, junto con otros 40 países , de la durísima queja que la política de restricciones a las importaciones de nuestro país generó, días atrás, ante laOrganización Mundial del Comercio (OMC) .
«Estamos considerando próximos pasos y apropiados» para reaccionar a ese tipo de políticas, dijeron fuentes de la Oficina del Representante Comercial norteamericano (USTR, por su sigla en inglés, el organismo encargado de las relaciones comerciales con el mundo), al ser consultadas por LA NACION, aunque no dio mayores precisiones sobre cuáles serían esas medidas .
La requisitoria apuntó al documento producido el pasado viernes 30, cuando -en un gesto inédito- 40 países, desde los Estados Unidos hasta Panamá, pasando por México, Japón, Turquía y la Unión Europea en su conjunto, expresaron una «seria preocupación» por las barreras, así como la «falta de transparencia» con que se aplican.
De más de dos carillas, el texto incursionó también en el detalle de describir «llamadas telefónicas» de funcionarios argentinos a empresarios que pretendían importar bienes en nuestro país para presionarlos a «producir exportaciones o inversiones» por un monto similar al que pretendían comerciar.
«Fue llamativo que ningún país levantara la voz para defender la posición argentina», añadieron a LA NACION las fuentes del representante comercial norteamericano.
Parecieron aludir así al silencio que, ante la dura queja, guardaron países con gobiernos particularmente cercanos al de Cristina Kirchner, como Venezuela, o integrantes del mismo bloque comercial, como Chile, o que suelen sufrir cuestionamientos por su comercio, como China.
«Lo que pretendemos es que respondan a los señalamientos técnicos que se están haciendo», dicen que dijo el embajador norteamericano ante la OMC, Michael Punke, tras escuchar la solitaria defensa que emprendió en el plenario de Ginebra la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Cecilia Nahón. «Nuestras políticas son legítimas. Nos quieren estigmatizar», argumentó la funcionaria, cuya cartera trabaja en directa colaboración con el canciller Héctor Timerman.
Las fuentes no dieron precisiones sobre el tipo de medidas que se podrían estar considerando. Con eso, se diferenciaron de México, cuyo ministro de Economía, Bruno Ferrari, amenazó ya con pedir medidas adicionales. Entre ellas, un posible panel internacional de mediación en la OMC para revisar las «restricciones» que le impiden ingresar bienes a la Argentina.
Preocupación
«México está preocupado por el hecho de que la Argentina aplique estos actos de proteccionismo, cuando está creciendo la integración comercial. No vamos a permitir que ese proteccionismo ocurra», añadió Ferrari.
El reclamo de los 40 países se produjo el pasado viernes 30 y fue el cierre de una semana que había empezado mal para el frente comercial: ese mismo lunes, el gobierno norteamericano había decidido suspender beneficios arancelarios a la Argentina.
Esa suspensión, firmada de puño y letra por el presidente Barack Obama, se dispuso como represalia por la negativa del país a pagar laudos arbitrales del Banco Mundial (Ciadi) a favor de dos empresas norteamericanas. Lo hizo tras considerar que el país no había actuado «de buena fe» en la cuestión.
Duras, ambas decisiones potenciaron su efecto político al producirse apenas una semana antes de que Obama y Kirchner coincidan, a partir del viernes, en la Cumbre de las Américas, en Cartagena.
«Fueron decisiones independientes de esa cumbre», ratificaron a LA NACION las mismas fuentes. Poco antes, el Departamento de Estado consideró como «un serio obstáculo en el camino» la situación por la que se llegó a la suspensión arancelaria.
Poco después, y en un nuevo pronunciamiento, el USTR envió al Congreso norteamericano un informe en el que volvió a detallar barreras comerciales de nuestro país, así como el bloqueo que, en los hechos, implica para el acceso de bienes extranjeros el control de cambios impuesto por el Gobierno.
«Numerosos empresarios dijeron que la AFIP les autorizó menos divisas que las que pidieron y eso les impidió» acceder a bienes de origen norteamericano, dice, por caso, el informe que, desde la semana pasada, tienen en su poder legisladores interesados en la política de Washington hacia nuestro país.
En todos los casos, el gobierno argentino reaccionó ratificando las políticas en curso y descalificando las objeciones. «Parece que prefieren defender a los fondos buitre», dijo el ministro de Interior, Florencio Randazzo.
«Llama la atención que todo esto lo digan países que han aumentado sus exportaciones a la Argentina en un 25 por ciento, superando su nivel de exportaciones promedio al resto del mundo», sostuvo el canciller Timerman.
Advirtió también que es «llamativo» que ninguno de los países críticos «haya presentado un caso puntual en el cual la Argentina haya incumplido las reglas de la OMC» y que sus reclamos estén basados «en vagas versiones publicadas por la prensa local».
40 Países Fueron los que firmaron la queja contra la Argentina presentada ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).